
Es posible que el periódico, en formato papel, perviva, demostrando que sus particularidades son trascendentes, como ya nos los hizo ver el cine cuando surgió la televisión. Pero es sólo posibilidad, y más bien vista desde lo no probable.
La “prensa está enferma”, pero quizás el desenlace no sea la muerte, sino el cambio, la adaptación a la era digital.
El futuro de la prensa parece estar escrito en lenguaje binario, trasmitido por madejas de cables y circuitos, publicado en una pantalla, realizado por periodistas que saben tanto de html como de

Usuarios que se moverán de una noticia a otra, en segundos, incontables fuentes informativas, nuevas herramientas (el hipertexto, los elementos multimedia), la interactividad, planas diseñadas según las preferencias de cada lector, impondrán al periodista otra forma de hacer.